La banca y los fondos de inversión apuestan por el arte como valor refugio
La inversión en arte como valor refugio es una tendencia que está emergiendo en los últimos años, según los expertos consultados. Ante la volatilidad de los mercados, así como el escenario de bajos tipos de interés y rentabilidad, los inversores están comenzando a contratar los servicios de la banca y los fondos de inversión para comprar piezas que puedan revalorizarse de manera relativamente rápido, pero con menos riesgos que la compra de acciones.
La adquisición de arte contemporáneo es una decisión que está cada día más presente en la toma de decisiones del área de gestión patrimonial de la banca de inversión. Claudia Arbulu, directora de Claudia Arbulu Gallery, explica a OKDIARIO que se “está potenciando mucho la inversión en arte, hay muchos inversores que se dan cuenta de la volatilidad en los mercados y el riesgo que conlleva la compra de algunas acciones”. Sin embargo, explica “comprando arte el dinero está asegurado, y, además, puedes disfrutar de la obra en tu colección en casa o donde la pongas”.
Por su parte, Ana María Trigo, experta del portal de subastas Catawiki, cree que una de las ventajas es que “se trata de un bien físico, tangible y no de una mera participación en una sociedad”. Además, señala, la obra de arte “puedes disfrutarla mientras esperas a que se revalorice, no conozco a nadie que disfrute contemplando las acciones de su fondo de inversión”.
Para que la obra tenga una correcta revalorización, es importante saber qué es lo que se va a comprar, pues la obra debe tener un certificado firmado por el artista y un bagaje que brinde empaque a la pieza de arte que se adquiere.
Arbulo explica que “si te asesoras con un buen ‘art advisor’ vas a ganar tu dinero muy rápido, en un tiempo récord, algo que no sucede en la Bolsa”. Señala que “a medio y largo plazo es mucho más seguro” que comprar acciones, por ello, comenta, “está habiendo una fuerte demanda por inversores a los que les gusta el arte, pero no saben qué artista comprar o, probablemente, le de igual comprar a uno o a otro”.
Pero, precisamente ahí es donde reside el trabajo de los expertos, “recomendar la compra de uno u otro artista que se esté revalorizando en el mercado de una manera muy rápida”, concluye la galerista.
Trigo, además, se detiene en un aspecto interesante que aportará valor a la colección de los inversores. “Mientras se disfruta de la obra a su revalorización, por ejemplo, es posible cederla para exposiciones o museos a cambio de una restauración”. Incluso, señala, “haciendo que la pieza se incluya en el catálogo razonado del artista, en los que casos en que se pueda hacer”.
La directora de Claudia Arbulu Gallery señala que “el 100% de seguridad no la puedo dar”, pues hay aspectos que se escapan a su control, como por ejemplo que el artista puede dejar de crear mañana o comenzar a hacer otra cosa distinta”. No obstante, sí que está capacitada para ofrecer un “alto porcentaje a los coleccionistas de que esa obra se va a revalorizar en el tiempo”.
Además, insiste Arbulu, “los artistas con los que trabajamos están cotizando al alza en el mercado, tenemos las obras las más demandadas y muy reconocidas”.
La banca lo sabe y por ello, explica la galerista, está comenzando a envolverse también dentro de este sector, un hecho que califica de “fantástico, durante esta edición de ARCO he visto muchas visitas guiadas de banca privada”. En Claudia Arbulu Gallery, comenta su directora, “trabajamos con entidades bancarias y con fondos de inversión que son asesores de muchos ‘family office’, así como empresas que están buscando invertir en arte y recurren a los ‘art advisor’ para ir a lo seguro”.
La experta de Catawiki, por su parte, asegura que, efectivamente, conoce casos de inversores que, «además de invertir en activos inmobiliarios tienen su propia colección de arte como apoyo”.
Y no sólo la banca de inversión está apostando por el arte como valor refugio, Arbulu explica que en la galería trabajan con “fondos de crowfunding con montos que no son tan altos, pero con los que se puede acceder a presupuestos más altos para comprar a artistas consolidados y consagrados para que la inversión se revalorice mucho más”.
Arbulu asegura que, sin duda, “está habiendo un boom ahora mismo de inversión de banca privada” y comenta que se siente “feliz, no solo porque aumenta el trabajo, sino que está entrando en un mercado en el que no entraba antes recomendando el arte como inversión a futuro y de éxito”.
Trigo, para concluir, no deja de lado el aspecto algo ‘snob’ que puede tener la adquisición de arte. “Además de la inversión financiera”, comenta, “para ellos es importante cómo su faceta de coleccionistas contribuye a su imagen pública, pues su colección habla de su nivel cultural, de su buen gusto estético y de sus inquietudes más allá de su mera imagen de persona de negocios”.